Antes de darnos cuenta las sabanas estaban envolviendo nuestros inertes cuerpos, que reposaban en el abrazo de un mal colchón, entre tanto una cálida brisa anunciaba que se acerca peligrosamente el verano.
Sus manos rozando mi espalda y con los ojos, oscuros y de mirada aniñada, abiertos hacia el techo jugaba su boca susurrando una alegre cancioncilla con la vana esperanza de despertarme.
Yo, mientras, con los ojos cerrados disfruto de tu piel en tanto tu esencia me inunda. No espero que acabe el momento, y en un alarde de alargarlo continuo haciéndome el dormido.
Solo existe un tú.
Disfrutémoslo.
-"Aun espero una toalla que se asiente en mis cordeles, que me recuerde que mis aguas mojan tus pelos",
Han sido solo 6 años, pero en 72 horas todo acaba. No hay publico ni estrellas mirando en este vertedero, pero aun escucho mi nombre en tu áspera voz de fumadora.
La ultima carga.
PD: No hay amor que queme mas el pellejo que un espíritu resentido.