Aunque los tiempos pasan, inexorablemente las eras llegan a su fin o a su comienzo, el eco de nuestro paso nunca debe ser olvidado.
Los pasos de nuestros ancestros nos guían desde la penumbra de sus sepulcros.
Y es que aunque nuestras almas puedan abandonar nuestro cuerpo el honor debe prevalecer.
No habrá posibilidad de que el paso del tiempo pueda borrar nuestras pisadas, grabadas con el peso de nuestra voluntad.
-"Si no se sigue un camino autentico sin cesar una pequeña maldad puede convertirse en una gran perversión".
martes, 22 de abril de 2014
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