jueves, 15 de mayo de 2014

París

Y es que me pajeo con sueños imposibles, desechos de vida hechos trocitos invisibles ocultos a la vista del que nada quiere, a la vista del que todo esconde.
No busco estigmas que me dañen, no quiero el silencio que algo esconde, solo busco un poquito de mi por algún donde, en cualquier rincón o encima de algún bosque de vida rebosante.
No quiero flores en mi tumba, ni llantos velando mi cadáver, solo quiero ver tu sonrisa en cada instante, sintiendo tu calor constante, regocijándote por cada momento que pasé besándote.
Ese momento en el que la felicidad, aunque no constante, estan presentes esos ojos vibrantes que me hacen suspirar al mirarme con pasión constante.

Nada vale mas que unas palabras enganchadas a una cadena, a una verdadera certeza, un contrato verbal que el viento se lleva. Dos personas jurándose con el cuerpo, rozando las manos y follando como perros con esos pensamientos ajenos al mundo, y que nadie conoce salvo uno mismo.
Se que no seré grande aunque me ponga una base magistral que lleve cada palabra con un ritmo de paz, se que no seré un gran escritor pues ni mi pluma ni alma son puras, pero aunque nunca llegue mas allá de estas negras escrituras siempre vendré para relatar mi vida, mis pequeñas e insignificantes amarguras, mis penas y mis grandes dudas.
Pequeños pedacitos, desechos de mi vida que quedan hecho trocitos invisibles ocultos a la vista de aquellos que nada me quieren.

-"Siempre nos quedará París..."

Nada queda atrás, todo por delante, pero de ninguna manera te dejare morir por mi aunque por ti yo muera.