martes, 19 de enero de 2021

Idiomas

Entre superficies rocosas similares a los cantos rodados erosionados por los avatares del destino palidece un cuerpo, fatigado por la falta de alimentos. 

A escasos metros el trotar de un camello cargado de letreros y cachivaches varios, un alquimista que viaja de pueblo vendiendo sus "pociones y encantamientos" de todo tipo: ¿Quieres triunfar en el amor? ¿Dinero? ¿Hijos? Allá donde tu imaginación alcance, el podría ayudar con sus útiles.

Tampoco muy lejos, un pequeño riachuelo marca el sonido rítmico del agua, tan monotono que es ignorado al cabo de unos instantes por todos los que pasan, mientras una niña baña cantando una pegadiza melodía ajena a los ojos que la rodean.

Los grillos, pájaros y demás seres, ininteligibles, murmuran y derraman sus sonidos, salpicando de color como un telar entretejido, uniendo los escenarios, haciendo que el hambriento, el buscador y el incauto no lleguen siquiera a escucharse.

El que no ve, el que no siente y el que miente.

martes, 12 de enero de 2021

Un poco de orden sin ningún prejuicio

Existe un deje, un mañoso tejemaneje, que nos obliga a hablar pese a no decir más que chorradas. Un miedo al vacío que precede a un hueco, un lugar donde colocar un nuevo sentimiento (o sin querer dejar en cuarentena y sin ocupación). 

Miedo a que la existencia continúe sin que existan palabras de alegría, frases de ánimo ni razones para estancarnos; avanzar sin tener nada que nos amarre a un pasado alivioso ni nos sostenga de un futuro incierto. 
Razones, buscamos, para quedarnos mirando caer un sinfín de estrellas en en la noche, envueltos con sus fríos dedos, mientras adivinamos en que piensa alguien más. 

A veces las mayores obras, el mayor arte, se concibe cuando sencillamente nos quitamos la careta y, entre encontronazos con el corazón, dejamos de jugar a escondidas a ser cazadores cazados. 

- "Razonable, y no entendible, son los motivos por los que nos comprendemos, pero no gustosamente". 


 


El arte y la belleza, así como la justicia, depende completamente de los ojos que lo contemplan.