jueves, 24 de julio de 2014

Tierra y pan

El sol brillando encima de nuestras cabezas, que sensación tan cálida y común. Con su continuo calor nos recuerda donde estamos, que hasta nuestro hogar es pequeño en comparación con aquello que nos puede hacer arder.
Solo a un paso de romper cuanto equilibrio podamos conocer.
Brilla con fuerza cada día de verano, esperando calentarnos el humor, deseando hacer que cada uno de nuestros pequeños alter ego deslumbre cual astro ardiente en el cielo.
El padre, el hijo, el abandonado, el solitario, el amigo, el amante, el dolido, el querido, el deseado, la pareja, el mendigo, el humilde, el disciplinado, el pensador, el rebelde, el idiota, el inocente, el que aprende, el que olvida, el trabajador, el humano, el odiado, el maleante, el mentiroso, el corrupto, el que crece, el que no madura, el que escribe, el que canta, el que vive... hasta el que muere.
Todos son una pequeña porción de aquellos 21 gramos que penden de un pequeño hilo, dándole sentido a esa maraña que cuelga de la silla turca  y le dan el pequeño equilibrio a la vida para que deje al menos por un rato de ser la puta vida.

-"No esperes lo que tiene que llegar".

Disciplina, seguridad y humildad. Poco mas en la vida puede llevarte por el buen camino.

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