lunes, 9 de septiembre de 2019

Al greco del subsuelo

Reminiscencias efimeras que requieren de magia para verse. Así siento que mis versos me abandonan con soslayo, como ladrón de guante blanco.
No entiendo como otra vez me encuentro aquí, con la misma cara, un hueso roto pero con más años.
Me gustaría, antes de nada, explicar que cuanto lo pienso menos lo siento, que cuanto más quiero menos tengo... que en este año de otoño eterno solo encuentro consuelo en mi fuero interno.
La brisa sopla sin piedad, ni cesar, dando con sus fuerzas en mi cara... así que ya sabes, no es que la tenga como un tonto, es que las inclemencias no me perdonan ni me dejan desarrollar mis encantos.

No obstante, puede que alguna tara me haya quedado... ya que son las 5 y aquí sigo sentado, pensando en como decir lo que en mis entrañas grito sin más repercusión que mi triste imaginación buscando como darme una propia solución. 

Y no es tristeza, es preocupación. 

Ha sido un buen verano, aunque no el mejor,

No hay comentarios:

Publicar un comentario