jueves, 13 de febrero de 2014

El vino a los peces

No siempre todo tiene un motivo, a veces las cosas pasan así sin más. Eso no quiere decir que no sea lo que tenga que ocurrir.
A veces sencillamente nos dedicamos a pasear, dando tumbos sin mas ton ni son que el seguir en pie, en vez de buscar el camino a nuestras metas. Ambiciones a las que debemos aferrarnos sin ninguna piedad ni negociación, a las que aspiramos llegar y conquistar. Objetivos que aunque no consigamos lograr siempre están ahí, para que les persigamos aunque cambiemos nuestras estrategias para alcanzarlas.
Castillos de ensueños que todos poseemos y a los que podemos invitar a quien queramos, la única entrada que necesitan para entrar es ser capaces de imaginarlo con nosotros.

Metas... ¿Al fin y al cabo que seria de nuestras vacías vidas sin sueños?
Andamos, y aunque el tiempo o el espacio cambien en nuestras vidas nos queda siempre esa pequeña esencia genuina, eso es lo que nos hace que siempre seamos nosotros. No somos mejores ni peores de lo que hemos sido o seremos, sencillamente eres quien eres. Eres lo que eres.
Nuestros sueños cambian con los años, ya sea porque los alcanzamos o porque dejan de satisfacernos, pero siempre son ese pequeño reflejo de nuestro corazoncillo que se refleja en la mirada en forma de chiribitas brillantes.

-"Odio Febrero".

Necesito una dosis de inspiración...

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