jueves, 3 de mayo de 2018

Si el vaso viese lo que pienso

Dolor, Gloria, Honor, Poesía...
Raros trastornos nos llevan a las antiguas profecías, que en épocas pasadas marcaban la vigencia de las leyes o esperanza de los reyes.
No queda nada de aquello que se entendía por rabia ni razón por la que un don tenga cabida. Los eones han pasado, se han acabado, como cuando el ratón es atrapado por el gato.
Solo se añora la lluvia cuando azota la sequía, solo se trabaja el fuego cuando el hierro no funde.

No se ve un corazón roto hasta que no se pisotean lo restos y fragmentos, hasta que el envoltorio no queda hecho retazos, jirones y trapos a pedazos. No se ve el sentimiento ahogado gritando como un necio sin que se note antes el turbio dolor que revoca por la garganta, como hiel que se queda pegada en la garganta.

No puedo decir que todos estemos ciegos, pero tampoco quiero decir que nadie lo ha visto.

-"No tienes que esperarme...".

No es fácil ponerle cara al cuerpo que conocer. Pero lo que es peor, no es fácil ponerle voz a un sentimiento que recuerdas del pasado pero sabes que aun no ha llegado.
Ojala, antes o después, alguien me sienta como yo lo siento ahora. Húmedo, frágil, pesado, dolido...

Solo espero que se pase, porque a veces duele... A veces me mata...
Empiezo a ver borroso el fondo del vaso, a este ritmo me voy a dormir temprano.


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