sábado, 2 de noviembre de 2013

Noche

Y al caer la noche el sueño de un verano eterno poco a poco pasa a ser un otoño, oscuro y con hojas teñidas por tizones.
Las sombras se alargan, pues el sol cada vez mas lejano va quedando, parecen reírse de nuestras esperanzas de no pasar frió. La sentencia que nos obliga a pasar los años se hace cada vez mas presente, y nos vamos haciendo mayores sin ningún tipo de piedad o fuerza que pueda contrarrestar el embrujo con el que nacemos, que nos hace experimentados, conocedores, menos exploradores, menos juguetones y cada vez mas mayores.

-"¿De que tienes miedo?".

No obstante, crecer nos hace mas fuertes ante lo que uno se puede hacer mas firme pero nos da la debilidad ante lo que vemos, que a veces sentimos como nos va arrasando hasta quemarnos las entrañas. Ya sea porque se marcha, o porque llega.
Mas no hay que desesperar, pues las golondrinas que una vez marcharon siempre pueden regresar. Quizás teñidas de sangre, o puede que envueltas en una gruesa capa de humo... Pero siempre quedara que vuelvan, ya sean sanas y salvas o después de una violenta pelea con aquello que una vez las retuvo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario