viernes, 27 de diciembre de 2013

Lemas

Hay cosas que nunca cambiaran.
Ese es un lema que ha ido perforando su propio recoveco en nuestro cerebro, hasta el punto de que sin quererlo lo pensamos y lo extrapolamos en nuestro día a día.
Pero siempre no es así.
No siempre todos los principios son como los finales. Para que nos entendamos, lo que una vez fue una bebida con burbujitas terminará por convertirse en poco mas que en agua con azúcar (y posiblemente muchísimos colorantes).
Y es que todo con el tiempo va cambiando, para irse convirtiendo en lo que una vez fue un simple y pasajero pensamiento... En alguien o algo más mayor.
Con todo esto, y mucho mas, vamos aprendiendo sin parar a lo largo del camino. Nos vamos familiarizando con lo que sentimos, porque nacemos sin tener ni la mas mínima idea de ello o de como funciona, y de las armas con las que podemos jugar.
Conoceremos gente que nos ira influenciando de diferentes maneras. Habrá quien aceptemos en nuestras vidas, quien nos haga un sin vivir viviendo si ella, quien echemos o quien sencillamente no sea mas que el eco de un shakuhachi en el viento.

Pero sin duda, lo mas difícil de todo es darse a conocer uno mismo.
Vamos evolucionando con lo que aprendemos y vivimos en cada momento, con las diferentes etapas que nos van aconteciendo.
Cual barro en las manos del alfarero vamos girando sin parar, sin marearnos (normalmente), mientras que con el suave roce de unas manos, a rebosar de arte, nos vamos transformando en lo que podrá ser un simple adorno o un preciado amuleto. 
El camino es largo, y aunque no sobre el tiempo para permitirnos demasiados lujos, terminamos por crear nuestro propio camino hasta conseguir cambiar lo suficiente como para poder joder el lema.

-"Nunca cambies".

Unas veces me toca ser navío, otras veces soy balsa... Aunque últimamente no soy mas que un mástil roto, que flota a la deriva. Aunque me considero de una madera bien recia y resistente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario